Juguemos dos… en uno
Es cierto, fue una agonía el ver a Astros y Piratas durante 5 horas y 49 minutos, en el partido más largo de la historia de PNC Park, en 18 innings, defenderse y llegar a jugar con una intensidad tal que parecía que el encuentro nunca iba a terminar.
En fin, fueron 33 hits conectados en conjunto, pero un wild pitch de Mike Gallo en un boleto intencional (por increíble que parezca) y un envío de Willy Taveras que Eric Munson no pudo controlar, en fin dieron la victoria a los bucaneros 8-7.
Hasta Phil Garner fue expulsado del encuentro a la altura del octavo inning; y por un momento nos dejamos atrapar en el suspenso: Trever Miller, Chad Qualls y Brad Lidge se combinaron en cinco entradas sin admitir carreras.
Pero por el lado de los Piratas, Ryan Vogelsong también hizo un gran trabajo, al contener a los Astros por cinco episodios, hasta que se anotó la rayita que le diera a Houston la ventaja por un breve momento; hasta que el descalabro de Gallo volteara la tortilla.
De todos modos, no estamos tan decepcionados por el encuentro de anoche. Son más todas las derrotas anteriores, que hacen que los Astros caigan por debajo de .500 después del resultado de este maratónico partido. Este fue un encuentro que se luchó hasta el final. Lo único que se puede lamentar es el score final. De resto, nada.