Etiquetado: Drayton McLane

Shawn Chacón siempre había sido considerado un pitcher temperamental. Los Astros le dieron una oportunidad y durante los entrenamientos primaverales había mostrado ser eficiente y por ello se ganó un puesto en la rotación.

Su actuación durante el último mes no ha sido la mejor, y la gerencia consideró moverlo al bullpen, quizá buscando que bajara un poco la presión y actuar por menos espacio de tiempo.

Lo ocurrido anoche que desencadenó en la suspensión indefinida de Chacón, su petición de buscar un nuevo equipo y hasta quizás el fin de su carrera como pelotero profesional (algo de lo que Chacón está consciente), no tiene explicación.

Esto es lo que Chacón le contó al Houston Chronicle, y ha sido rebotado por las distintas agencias de noticias:

«Me senté a comer y Ed Wade vino hacía mí y me dijo, «Necesito que vengas conmigo a la oficina,» dijo Chacón. «Yo dije, ¿para qué? No quiero ir a la oficina contigo y con Cooper, puedes decirme lo que quieras aquí. Y el respondió «Oh, ¿quieres que te lo diga aquí mismo?. Yo le respondí, «Sí». No estaba gritando. Estaba calmado».

«Empezó a gritar y a decir groserías», dijo Chacón, «Estoy ahí sentado y le dije muy calmadamente, «Ed, necesito que dejes de gritarme». Me paré y le dije «Mejor dejas de gritarme». Me levanté. Continuó y me siguió gritando».

Ahí Chacón expresó haber «perdido la paciencia» y «lo agarré por el cuello y lo lancé al suelo».

Jamás en los cinco años que tengo siguiendo a los Astros para escribir aquí, había escuchado algo similar.

Dejaré que ustedes se formen su criterio. En lo particular, no sé si Wade se excedió o no en sus palabras hacia Chacón. Quizás ya había perdido su paciencia con él. Vamos a estar claros, un equipo de béisbol no es precisamente una fiesta de té para niñas, estemos de acuerdo o no con un comportamiento así. También se habla mucho de su comportamiento para con sus ex peloteros en Filadelfia.

Chacón simple y llanamente pudo haber esperado, callado, o que se yo. Nada de lo anterior justifica el haber tomado esa actitud tan violenta. Si él ya había llegado a su punto máximo de tolerancia, habían otras formas de tratarlo. Y ahora nos cuesta creer a Chacón después de reconocer que explotó de ese modo y trató a su jefe así.

En lo que respecta a Drayton McLane, reiteró su voto de confianza hacia Wade: «No podemos permitir la anarquía, no podemos permitir una rebelión. Si (Chacón) tuvo un deacuerdo con Cecil, debió haber tenido el valor de sentarse y hablar con él. Pues él no quería ir a la oficina de Cecil».

De este incidente no hay nadie que salga con una cara limpia. A Chacón se le cuestionará su comportamiento y el por qué no corrige sus maneras, acabando con cualquier intención que se tenga hacia él, incrementando su historial de pataletas y mala actitud y comportamiento (sin contar el par de veces que salió positivo por consumo de marihuana en Ligas Menores). A Wade se le preguntará el por qué fue capaz de tomar semejante riesgo, que se le devolvió como un potente bumeran.

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