CategorÃa: Dailies
Oh Dios
Es cierto lo que dice Robert Falkoff en su artículo: si le pasó a Roy Oswalt y a Andy Pettitte, ¿por qué no le iba a pasar a Taylor Buchholz?
Pues el joven abridor de los Astros (quien ya tiene fans dedicadas) recibió su primer apaleo de la temporada, concediendo ocho carreras y 12 imparables en cuatro innings y un tercio, para que Houston tuviera su sexta derrota en fila, cayendo ante los Dodgers de Los Angeles 9-6.
No es que los espaciales no batearon, pero la reacción que se produjo en la última etapa del juego, especialmente el jonrón de Lance Berkman en el noveno, no fue suficiente. Buchholz por su parte recibió una buena dosis de bateo, incluyendo jonrones de Jeff Kent y Rafael Furcal. Los Astros dejaron 8 hombres en circulación en este encuentro.
Se debate, especialmente después de este viaje digno del olvido, la necesidad que tiene el equipo de hacerse una vez más, con los servicios de Roger Clemens. Para cualquier equipo es una tremenda adición en el roster, pero tampoco es que esta rotación no pueda mantenerse por sí misma. Al menos así lo ha demostrado, y vamos, esta es apenas la primera mala racha (así, con todas las letras) de la temporada.
Si esto sigue así por dos semanas más, y esperamos que no, pues ahí sí haremos una llamada de auxilio. Ojo, no es que no nos gustaría que el Rocket esté otra vez vistiendo el uniforme de los Astros. Pero tampoco lo vemos como urgente. Aún.
Mañana le toca a Wandy Rodriguez ver si acaba con esto.
Siguen los problemas para los Astros, y para Andy Pettitte: A pesar que Morgan Ensberg, Jason Lane y Adam Everett conectaron sendos jonrones de dos carreras cada uno, ni el abridor ni el relevista Dan Wheeler no pudieron contener a los Dodgers de Los Angeles, para mantener las ventajas que los Astros tenían en par de ocasiones, y al final los californianos se impusieron 12-7.
No ha habido una situación en la que la ofensiva y el pitcheo se hayan puesto de acuerdo para que ambos funcionen bien a la vez, algo que es indispensable para que se produzca un triunfo; y este es aún más frustrante, porque los bates siderales se destaparon después de la sequía vivida en los últimos días.
Hoy le corresponde a Taylor Buchholz tratar de poner las cosas en orden en este catastrófico viaje.
Ya son cuatro
Lo que faltaba: Roy Oswalt tuvo anoche su salida más corta de esta temporada, por espacio de 4.1 innings, en los cuales fue apaleado por los Gigantes de San Francisco, quienes vencieron a los Astros 7-5. Luego de un empate 2-2 en el quinto, Oswalt comenzó a padecer. En total, otorgó siete carreras, seis de ellas limpias, y 10 hits.
No es muy dificil concluir que la ofensiva de Houston va mal cuando son Preston Wilson y Mike Lamb los mayores productores de carreras en un juego.
"Ya hemos perdido cuatro en fila", dice Phil Garner, "y hemos jugado mal en todos ellos". No somos nadie para decir lo contrario.
Una serie de eventos desafortunados
Hay veces en las cuales una combinación de eventos, uno tras otro, se unen para producir malos resultados; y hay que ver que hubo situaciones negativas que hicieron mella, y en definitiva, los Astros fueran barridos en la serie celebrada este fin de semana contra los Rockies de Colorado en Denver.
Claro, hay que ser justos: el equipo rocalloso está jugando muy buen béisbol y han dejado a muchos con la boca abierta al apoderarse de la vanguardia en la Division Oeste de la Liga Nacional. Pero a la suma, los Astros, que tampoco han pasado por un slump colectivo en todos los aspectos, cayeron vencidos por varios motivos.
Aunque Wandy Rodríguez no quiera atribuir la derrota sufrida el sábado a la infección en su garganta que le impidió ingerir alimentos por un par de días, no se puede negar que la combinación de falta de alimentación y medicamentos hizo mella en la humanidad del joven lanzador, quien sumó su primer reves de la campaña. Por su parte, Jason Jennings, quien históricamente no contaba con suerte ante los espaciales, silenció a los bates de Houston con blanqueo y juego completo que terminó con resultado de 5-0; admitiendo siete imparables.

Al día siguiente, Aaron Cook no se quedó atrás y también pudo forjar su joya: en ocho entradas, concedió dos carreras y seis imparables; mientras que Fernando Nieve cometió pecados a la defensiva y una difícil actuación en el morrito, que le llevó su efectividad a 5.55. La rebelión que los Astros montaron en el noveno inning fue aplacada y al final los Rockies vencieron 5-3.
Fue una suma de monticulistas que no las tuvieron todas consigo (que si a ver vamos, es en realidad la primera ocasión en la que ocurre esta suerte de reacción en cadena con los abridores); además que los Astros pudieron constatar de primera mano por qué los numeros ofensivos están en caída en el Coors Field.
Ahora, una rápida parada en San Francisco para luego pasar por Los Angeles y después enfrentarse nuevamente a los Rockies, esta ocasión en el Parque Minute Maid.
¿Qué está pasando?
Phil Garner ha desestimado el hecho que Brad Lidge ha revelado sus pitcheos: "Lo he revisado extensivamente, y no lo puedo ver en los videos", declaró el manager al Houston Chronicle. "Creo que está pasando por un momento donde haces buenos pitcheos y no les hacen swing. Su repertorio es muy bueno, ha estado un poco wild. Le han visto ya bastante, así que (sus oponentes) están más cómodos frente a él, y estoy seguro que muchos sienten que pueden dominarlo".
El hecho es que aún no se le ve fin a la crisis por la cual atraviesa el cerrador de los Astros, quien actualmente tiene una efectividad de 6.19, y ayer perdió otra oportunidad de salvamento; en un espantoso noveno inning en el cual los Rockies de Colorado dejaran en el terreno a los espaciales 5-4 en Denver, y no precisamente con un jonrón de aquellos que se pueden ver frecuentemente en Coors Field: bastó que Dan Wheeler otorgase boleto a Jamey Carroll con las bases llenas.
Luego que Taylor Buchholz tuvo otra excelente apertura, permitiendo tres carreras (dos de ellas limpias) y seis hits en siete entradas, otorgando un pasaporte y ponchando a dos.
La ventaja era (nuevamente) la mínima, hasta que en el noveno comenzó el viacrucis de Lidge: doble de Brad Hawpe, seguido por un error de Morgan Ensberg al manejar conexión de Clint Barmes provocó una carrera y que el campocorto de Colorado se instalase en la intemedia; fly de sacrificio de Choo Freeman hizo que Barmes avanzara a 90 pies del home. Boleto a Eli Marrero produce que Garner traiga a Dan Wheeler al morro, para otorgar boleto intencional a Cory Sullivan y al final, la base por bolas decisoria a Carroll.
Ensberg, Wheeler y Lidge asumieron en sus declaraciones a la prensa individualmente la responsabilidad por lo ocurrido. El hecho es que se hace cada vez más difícil obtener una victoria con circunstancias como estas, lo que hace que los fanáticos estén perdiendo la paciencia a pesar que Houston ha tenido su mejor arranque de todos los tiempos. La pregunta es, ¿cuántos juegos se irán a perder por la misma causa?
Nuestra apuesta sigue siendo la misma de Garner: Que esto solo sea una fase. Anoche Lidge tuvo la oportunidad de ver a alguien que atravesó la misma situación de desastrosos momentos en una postemporada: Byung-Hyun Kim. El coreano nunca fue el mismo después de sus descalabros en la Serie Mundial… ¿Volverá Lidge a ser el mismo?
Enjaulados
Para aquellos que están llevando la cuenta: Brad Lidge lleva ya cuatro salvados en forma consecutiva. El problema no parece ser la cantidad, sino la forma en que se consiguen.
En efecto, hoy Lidge pudo ligar su undécimo rescate de la campaña, una vez más con la carrera del posible empate en circulación, y con una gran atrapada de Eric Bruntlett mediante, para que los Astros vencieran a los Cardenales con score de 4 carreras por 3, asegurándose la barrida en la miniserie de dos encuentros celebrada en el Parque Minute Maid.
Aunque fue otro juego que puso a prueba las condiciones cardíacas de quienes lo presenciaron, no se puede negar que estuvo lleno de cosas interesantes:
– A pesar que en el segundo inning Andy Pettitte recibiera un campanazo en forma de doblete impulsor de dos carreras de So Taguchi, pudo recuperar la forma que en algún momento tuvo por perdida: en seis innings y dos tercios, concedió tres carreras, la última de ellas impulsada por sencillo de Jim Edmonds.

– La respuesta de los Astros fue comandada por Lance Berkman, quien disparó jonrón de dos
carreras en el cuarto capítulo, con envío de Chris Carpenter. Este fue el undécimo bambinazo del 2006 para el inicialista, quien está entre los líderes de esa categoría; siendo además consistente, con un promedio de bateo de .347; y 37 carreras remolcadas. (Sencillos de Willy Taveras en el quinto y de Jason Lane en el sexto traerían al home una carrera cada uno)
– Dan Wheeler le preparó la escena a Lidge de forma fenomenal, con un episodio en el cual pintó de blanco la pizarra; ya los temores no provienen del relevo intermedio por lo menos.
– Phil Garner lo sabe muy bien: La única forma que un cerrador puede enfrentar sus crisis es saliendo cada vez que se requiera. No hay nada que destruya más la confianza de un pitcher candado que no usarlo en las situaciones clave; y así se está evitando acertadamente con Lidge.
– Albert Pujols se fue de 4-0.
– Esta es la cuarta derrota consecutiva para los Cardenales, la cadena más larga de reveses desde 2004.

Luego de esta breve serie, los espaciales se enfilan hacia Colorado, para una de las pruebas más duras que van a enfrentar en esta campaña el trío de novatos abridores constituido por Taylor Buchholz, Wandy Rodríguez y Fernando Nieve: unos Rockies de Colorado encendidos y que han tomado por sorpresa a propios y extraños, junto con las características tan especiales del Coors Field, y que lo hacen tan hostil para los serpentineros.
Con apenas lo justo
Honestamente no sabemos quien sufrió el mayor trauma con el episodio vivido por Brad Lidge y Albert Pujols durante la Serie de Campeonato de la Liga Nacional: si el propio Lidge o muchos miembros de los medios de comunicación.
Phil Garner, durante una reciente entrevista para Crónicas de los Astros, nos aseguró que el joven relevista había dejado la situación atrás, y dijo que "Quienes parecen no olvidarlo son todos los demás, porque… ¡Todo el mundo me pregunta por eso!"
Y ciertamente lo vivido ayer por Lidge, enfrentándose por primera vez a los pájaros rojos este año, se prestaba para recordarlo. Con el juego en ventaja de dos carreras para los siderales, el cerrador vivió otra noche de suspenso y permitió una carrera, para que al final Houston se impusiera ante San Luis por la diferencia mínima, y pizarra de 5-4.
El equipo espacial hizo lo suficiente para imponerse a sus archirrivales: anotaron temprano en el juego, gracias a doble de Lance Berkman productor de dos carreras y elevado de sacrificio de Jason Lane.

Roy Oswalt no permitió que el juego se le escapara de las manos, a pesar de los tres cuadrangulares que concediera, a Scott Spezio en el tercero, Albert Pujols en el séptimo y a Héctor Luna en el octavo. En conclusión, Oswalt ponchó a cinco y admitió cuatro indiscutibles.
Willy Taveras aumentó la ventaja en el sexto con triple impulsor de una anotación. El dominicano tuvo una noche estelar, de 4-3 con una impulsada. Taveras fue llevado al home por doblete de Lance Berkman, quien se fue de 5-3 y trío de remolcadas en su haber, colocándose como líder en la Liga Nacional en esa categoría, por encima de Pujols.
Así recibe Lidge el juego, y comienza otorgando tubey a John Rodriguez, quien llega a tercera con elevado de Pujols; para luego ser remolcado a la goma con sencillo de Jim Edmonds, quien representaba el empate. La tensión aumentó cuando Edmonds se estafara la intermedia, y Lidge golpeara a Juan Encarnación. Al final Lidge tomó el control de la situación, ponchando a Spezio y controlando al emergente Aaron Miles quien envió roletazo a la inicial.
Efectivamente, los Astros hicieron lo suficiente para obtener el triunfo, ni más ni menos; y ciertamente ayudó el hecho que se anotó primero. Ojalá que con esto, Lidge termine de soltar la carga de lo vivido en la postemporada, si no lo había hecho antes. Ya la historia está gastada y se le ha sacado todo el jugo posible.
Se vio muy bien
La constante en cada salida de Fernando Nieve era que, a pesar que sus actuaciones no eran mediocres, el apoyo con los maderos era escaso. Hasta hoy.
El lanzador venezolano se hizo con su primera victoria en las Grandes Ligas, lanzando durante siete innings en los cuales permitió nueve hits, siete carreras y ponchó a siete, en el partido que culminó con pizarra de 8-5 contra los Cerveceros de Milwaukee.
Mientras Nieve daba otra demostración de la calidad de los jóvenes abridores de Houston, era un día difícil para Ben Sheets, su contrafigura, quien admitiera siete carreras en dos entradas y un tercio; en los cuales fue duramente castigado por la toletería sideral.

Fue una buena noche en general, en la cual los bates se dieron gusto: Lance Berkman se fue de 4-2 con una remolcada vía fly de sacrificio; Mike Lamb de 5-3 y 3 anotadas, Preston Wilson (sí, Preston Wilson), de 5-2 y par de anotadas; Brad Ausmus de 3-3 con una remolcada, y Adam Everett de 4-2 con 4 rayitas impulsadas. Hasta el propio Nieve contribuyó a su causa con sencillo impulsor. Cabe destacar que fueron los bateadores Nos. 5, 6, 7 y 8 los que tuvieron la buena racha con indiscutibles consecutivos en el segundo y tercer innings.
Es una buena forma de concluir la gira, y se demuestra una vez más que se tiene la ofensiva suficiente para obtener victorias. Mañana comienza la prueba de fuego, cuando Jason Marquis defienda la causa de los Cardenales de San Luis, contra Roy Oswalt en el Parque Minute Maid.
Sin comentarios
Cerveza amarga
Wandy Rodriguez estuvo a la par de sus anteriores actuaciones, lanzando seis sólidos innings. Pero ello no fue suficiente.
Nuevamente el bullpen de los Astros, esta vez representado por Dan Wheeler, no pudo contener a la ofensiva de los Cerveceros de Milwaukee en el octavo episodio, lo que al final representó una nueva derrota para los siderales, con pizarra de 4-2.
Wandy fue consistente con lo que hemos visto de él: ponchó a 4 y concedió 7 hits, dos de ellos cuadrangulares en solitario, las únicas carreras otorgadas por el dominicano; responsabilidad de Carlos Lee en el tercero y de Bill Hall en el séptimo.
Por su parte, el receptor Eric Munson conectó su primer bambinazo de la temporada, a la altura de la séptima.
Con el empate en la pizarra a dos carreras, se le entrega la pelota a Wheeler, quien se mostró irremediablemente errático: boleto a Prince Fielder y doble de Bill Hall colocaron hombres en posición anotadora, los cuales fueron traídos al home con elevados de sacrificio de Damian Miller y Brady Clark.

Houston apenas conectó cuatro hits en todo el encuentro, y a la postre el bullpen cedió el terreno a los Cerveceros para su triunfo en el primero de esta serie. Esta historia del relevo inefectivo se está haciendo demasiado frecuente para nuestro gusto, pero tampoco se puede decir que todo está perdido. Lejos de ello.
