No toquen ese dial…
Lo dije en XM Radio esta tarde (gracias Uri y Anthony por la invitación), lo voy a decir próximamente en Crónicas de los Astros, y lo voy a decir aquí una vez más: Si me preguntaban hace 15 días atrás si los Astros tenían chance o no de pasar a la postemporada, los iba a remitir al psiquiatra.
Todo indicaba, racionalmente hablando, que la oportunidad era muy poca.
Quién lo diría. Los Cardenales de San Luis entran en caída libre y los Astros se meten en una buena racha que los pone a pocos juegos, no ya del comodín, sino del título divisional del Centro de la Liga Nacional.
Título divisional.
Quisiera escribirlo una vez más, pero se va a hacer repetitivo.
Si señores, los Astros barrieron a los pájaros rojos en buena lid en Minute Maid, y hoy mantienen sus esperanzas vivas con una victoria 5-4 ante los Filis de Filadefia en Citizens Bank Park.
Ya lo sé, estoy oyendo ciertos agradecimientos en California también. Pero ese no es el punto.
Los siderales se han colocado nuevamente en los papeles, con derecho legítimo a soñar. ¿Y eso por qué?
Porque finalmente se han producido cosas que le habían sido negadas a la tropa de Phil Garner.
– Victorias dejando en el terreno a los contrarios. Antes del fin de semana pasado, los Astros no tenían ninguna. Ahora ostentan por lo menos dos.
– Bateo oportuno: Luke Scott se ha echado este equipo al hombro, Lance Berkman ya no está solo y todo comienza a hacer click. Es tan sencillo como eso. Hasta Orlando Palmeiro le hace honor a su puesto de emergente, como lo hizo esta noche con su batazo clave.
Lo de Scott desafía cualquier descripción, desde su llegada su madero se ha mantenido encendido y como bien lo expresan las notas de juego, su rol en la escuadra es digna de estudio sobre cuán dramático ha sido el cambio en la suerte de la novena sideral desde su llegada.
A mí me toco hoy tratar de darle algun sentido lógico a lo que está ocurriendo; y la única conclusión a la que puedo llegar es esta: Por fin, estan jugando como los Campeones defensores de Liga. Y mientras en otros lugares, donde se hace mucho mayor ruido y comentarios exhorbitantes, ya no hay posibilidad de soñar con repetir un título, esa esperanza en Houston resucitó.
Ah, y no se me puede olvidar, Rodrigo: Hector Gimenez hoy se convirtió en el venezolano 199 en las Mayores.